La risa nerviosa después del susto.
- Wilmer Ogaz
- 24 ago 2017
- 3 Min. de lectura

No solo el mundo de los superhéroes tiene su universo, Annabelle forma parte de la franquicia ''El Conjuro'' y es una precuela de la película presentada en 2014.
La historia de ''Annabelle: Creation'' cuenta los acontecimientos sucedidos 12 años después de la trágica muerte de Annabelle "Bee" Mullins —Samara Lee— cuando su padre, un fabricante de muñecas y su esposa enferma reciben en su hogar a la hermana Charlotte —interpretado por la mexicana Stephanie Sigman— y a varias niñas de un orfanato clausurado. La única condición que Samuel Mullins —Anthony LaPaglia— les impone es que nadie entre al cuarto de su fallecida hija, pero rápidamente las recién llegadas se convertirán en el blanco de la muñeca poseída.

Como casi todos los filmes pertenecientes al género del terror, le envuelven un montón de teorías y mitos, uno de ellos gira en torno al set donde se han grabado sus antecesoras, y es su mismo director David F. Sandberg quien comentó en una entrevista para The National Student que durante el rodaje un sacerdote tuvo que ir a bendecir el plató por los temores de la actriz Stephanie Sigman quien da vida a la religiosa. ‘‘No quiero tocar esa muñeca, es demasiado espeluznante’’ comentó la actriz de Miss Bala.

Algunos aseguran que la imponente casa donde viven los Mullins, es un rancho propiedad de Will Smith ubicado en Los Angeles, y fue el mismo lugar donde se grabó el video ‘‘House of Gold’’ de los Twenty One Pilots, donde curiosamente los integrantes de la banda aparecen partidos por la mitad arrastrándose en el campo como lo hace Esther Mullins —Miranda Otto— en un momento de la película.
Otro de los contratiempos tuvo que ver con la fecha de su estreno, que inicialmente estaba planeada para el 19 de mayo, pero fue pospuesta hasta el 11 de agosto para evitar ser opacada por ‘‘Alien: Covenant.’’

Por su parte Gary Dauberman, dijo que al comenzar a escribirla extendió el relato de la muñeca, para poder profundizar un poco más en sus orígenes y contarnos cómo comenzó la maldición. Expertos en el tema paranormal aseguran que el demonio llega solamente cuando se le invita, y esto fue justo lo que hizo el matrimonio cuando la vida les arrebató a la pequeña Bee, pedir a quien fuera les permitiera volver a verla nuevamente, y aunque sus plegarias fueron escuchadas, terminaron descubriendo que la visitante no era propiamente su hija.

Otro de los mitos que ronda la película es el origen de la posesión de la muñeca, originalmente de trapo con cabellos rojos de la marca Raggedy Ann, que nada tiene que ver con la apariencia de la creada para la saga. Aunque los fans en esta entrega podrán apreciar una pequeña aparición de la original. Cabe mencionar que dicha muñeca se encuentra resguardada, desde hace mucho tiempo, en una urna de cristal en el Museo del Ocultismo, propiedad de Ed y Lorrraine Warren en Connecticut. Se dice que si quieres tomarte una foto con la muñeca de fondo, debes decírselo de frente pidiéndole permiso o de lo contrario podría pasar cualquier cosa después.

Lo mejor de la película son los dos talentos infantiles que soportan en gran medida el peso de la historia, Lulu Wilson y Talitha Bateman, quienes interpretan a las huérfanas más jóvenes, Linda y Janice respectivamente.
Al final el relato termina por ser un tanto predecible en sucesos y sustos, pero cobija magistralmente varios elementos de las anteriores —como la aparición de Valak, la siniestra monja de la cual ya se prepara una película en solitario— para crear un eslabón fuerte que cumple el propósito del director, saltar del miedo para terminar riéndonos un poco, quizás de nervios.