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Charlize Theron es la espía más elegante de nuestra era.

  • Foto del escritor: Wilmer Ogaz
    Wilmer Ogaz
  • 31 ago 2017
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 12 jul 2020



Al mero estilo del agente 007, reviviendo la cultura punk de una ciudad dividida, su director y también stuntman David Leitch, quien dirigió recientemente «John Wick», ya sabe cómo envolvernos con impresionantes secuencias de acción, cargadas de hiperrealismo, y su más reciente entrega «Atomic Blonde» no es la excepción.

Basada en la novela gráfica de 2012 de Antony Johnston y Sam Hart, «The Coldest City» narra la historia de la fría pero inteligente Lorraine Broughton —Charlize Theron— una espía de alto nivel del MI6, que se traslada a Berlín en los últimos días antes de la caída del muro para unir fuerzas con David Percival —James McAvoy— otro agente establecido en la ciudad, para así en medio del caos y la traición lograr sobrevivir a un mortal juego de espías.


Nunca pasará de moda el excitante y peligroso mundo del espionaje, rodeados de lujos, secretos y uno que otro affaire. Pero siempre resulta más interesante si la protagonista es la nueva actioner favorita de Hollywood, la sensual y guapa Charlize Theron.


Aunque adolece un poco en la narrativa de su insipiente historia, contándonos quiénes son y qué hacen cada uno de los personajes involucrados, Leitch y Cindy Evans —la encargada del diseño de vestuario— no sacrifican en ningún momento el elegante estilo de nuestra sexy agente, que se vale de mangueras de jardín, sartenes, sacacorchos, y hasta de sus stilettos rojo lacquer de Dior para matar a quien se interponga en su camino. Lo mismo deambula entre el este y el oeste con gafas aviador de Tom Ford y botas altas de Stuart Weitzman, se toma un vodka en las rocas abrigada con un sweater de cashmere de Alexander McQueen, o se reúne con su jefe enfundada en una trench coat de vinilo blanco de Galliano.


Las secuencias de acción bailan majestuosas en una coreografía mortal que se complementa con grandes éxitos de la música ochentera a cargo de David Bowie, Queen, Depeche Mode, Public Enemy, New Order, y muchos otros para subirse a la moda de la nostalgia.


Pero quizá lo más destacable del filme es que Charlize Theron no necesitó de dobles para las escenas de acción, —la producción declaró que se rompió dos dientes durante el rodaje— su preparación fue tan profesional que llegó a tener 8 entrenadores personales de diferentes disciplinas para alcanzar la condición física que le demandaba su papel, incluso entrenaba junto a su amigo Keanu Reeves, quien se estaba preparando para «John Wick: Chapter 2».


Los amantes del género se encontrarán sumamente satisfechos por la sangre y los golpes dentro de «Atomic Blonde» pero tal vez se sientan un poco intimidados por la presencia de una fémina en su rol protagónico. Theron cumple y lo hace excelsa valiéndose de todas sus virtudes.


La brutalidad se viste de Dior, y le da la vuelta sin remordimientos a los papeles de espías con la marca Bond interpretado por hombres, aunque despierta su lado salvaje al compartir intimidad con Delphine Lasalle —la francesa Sofia Boutella— dejándonos en claro su fuerte personalidad.


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