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Los 40's son los nuevos 20's.

  • Foto del escritor: Wilmer Ogaz
    Wilmer Ogaz
  • 7 sept 2017
  • 3 Min. de lectura

A veces las más sosas comedias románticas del cine nos enseñan mucho más que otras de su categoría con guiones y personajes tan rebuscados, elevándolos a la categoría de inverosímiles.


''Home Again'' —titulada en español ''Mi nueva yo''— escrita y dirigida por Hallie Meyers-Shyer es una burbuja grande, brillante pero efímera, acerca del amor, las relaciones, la amistad y las decisiones que tomamos todos los días.


Recientemente separada de su marido, Alice Kinney —Reese Whiterspoon— decide comenzar de nuevo su vida regresando a la ciudad de Los Angeles, lugar donde creció, pero ahora lo hace con sus dos hijas: Isabel y Rosie. Durante el festejo de su cumpleaños número 40, Alice conoce a tres jóvenes cineastas que buscan un lugar donde vivir. Todo toma un giro inesperado cuando Lillian Stewart —Candice Bergen que parece interpretarse a sí misma— convence a su hija de acoger a los millennials en la casa de huéspedes por un tiempo. La tensión aumenta cuando su ex marido Austen —Michael Sheen— se presenta sin previo aviso para tratar de recuperar a su familia.

Cómo todas las de su género, está historia no estaría completa sin una pequeña dosis de romance. Es pues nuestra bella protagonista quien se enamora del guapísimo Harry —Pico Alexander— uno de los jóvenes cineastas quién es 13 años menor que ella. Aunque Alice parece no tener mayores preocupaciones que las del corazón y el cuidado de sus hijas, pues tiene un nivel de vida bastante sobrado, —y para muestra basta ver la finca de ensueño en la que vive la actriz de ''Legally Blonde''— las situaciones parecen un tanto irreales, por ejemplo: ¿quién mete a su casa a tres adorables desconocidos? y peor se deja seducir por uno de ellos. Suena bastante arriesgado, ya lo decía Huma Rojo en la película de Almodóvar: ''Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos'', gracias al cielo aquí no tenemos un trío de psicópatas, sino por el contrario a tres agradables tipos. El galán y siempre bien vestido Harry aspirante a director, Teddy —Nat Wolff— un prometedor y visceral actor y el más coherente y centrado del grupo, el escritor George —interpretado por el comediante Jon Rudnitsky que pasó una temporada en Saturday Night Live— que siempre tiene las palabras adecuadas en las peores situaciones detrás de su sonrisa.


Hay una escena en donde los chicos, Alice y sus dos hijas tienen una noche de cine al aire libre, un hermoso momento que me hizo pensar: ¡Qué hermosa familia!, pues desde el primer momento todos hacen match y se preocupan el uno por el otro, incluso con las niñas que aceptan gustosas la compañía masculina, derribando tal vez un poco el estereotipo de las familias ‘‘normales’’ que viven bajo el mismo techo.


Whiterspoon domina la pantalla con su simpatía y frescura, a veces parece que nunca se va a callar, pero en realidad si te detienes a escucharla puedes aprender un poco de su loco y divertido personaje. Quizá no es la mejor comedia de este año, pero cumple el propósito de entretenernos y sacarnos más de una carcajada. Las letras chiquitas, los errores que se cometen cuando joven se compensan con la madurez que dan los años. A veces, y sólo a veces se necesita un toque de locura, esa chispa que nos haga despertar del letargo para retomar la ilusión perdida.


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