top of page

El inusual caso de Verónica.

  • Foto del escritor: Wilmer Ogaz
    Wilmer Ogaz
  • 11 oct 2017
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 22 jun 2020



Son muy pocas las producciones mexicanas que apuestan por el thriller psicológico y la muestra se reduce todavía más para las que salen airosas en tan arriesgado género. Tal es el caso de la película “Verónica” estrenada en el pasado Festival Internacional de Cine de Horror de la Ciudad de México, fruto de la idea de Carlos Algara y Alejandro Martínez-Beltrán bajo el sello de su casa productora The Visualistas. La historia es la de una psicóloga retirada —Arcelia Ramírez— que vive aislada de la sociedad en una misteriosa cabaña y que decide retomar el caso inconcluso de Verónica de la Serna —Olga Segura— una paciente que era tratada por un colega suyo que ha desaparecido sin dejar rastro. Pronto la psicoanalista se dará cuenta que recibir a la joven en su casa no fue una buena idea, pues su comportamiento inusual la incita a caer en un juego bastante peligroso. A pesar del bajísimo presupuesto con el que realizaron el filme, la ópera prima de los jóvenes cineastas luce cuidada y pulcra redefiniendo los estigmas del género en manos mexicanas, donde cinco puntos destacan a su favor:


1. Dupla femenina. Dos mujeres asumen el reto de llevarnos por este laberinto, en primera instancia hablar de Arcelia Ramírez significa referirnos a una figura grande dentro de la industria cinematográfica nacional, con más de 40 películas en su haber donde destaca su fuerza interpretativa, que sin titubeos se lleva el crédito en esta entrega porque su novata colega Olga Segura, se vislumbra tibia, insegura y a veces con diálogos que parecen sacados a tirabuzón, quizá Ana Layevska le hubiera dado mejor sabor y color al personaje de Verónica de la Serna.


2. Única locación. No es sorpresa que los cineastas contaban con limitados recursos en la producción, pero esto no representó una entrega mediocre sino todo lo contrario, una cabaña que da la sensación de estar en el medio de la nada, un rústico hotel en el municipio de Arteaga muy cerca de Saltillo, Coahuila es el escenario perfecto para desenmarañar los nudos mentales que Arcelia y Olga nos tienen preparado.


3. Blanco y negro. Filmada en blanco y negro podría parecer un cliché, pero las tomas anacrónicas sirven como herramienta para ocultar los oscuros secretos de la mente de nuestra protagonista.


4. El thriller psicológico. En promoción para la película Ramírez destacó el reto que implicaba contar una historia enmarcada en este género muy poco explorado en México. Así que el papel representaba todo un desafío para la actriz y una apuesta ambiciosa para su exhibición en las salas comerciales.


5. Su guion. La idea de ‘‘Verónica’’ está inspirada en la película de Ingmar Bergman ‘‘Persona’’ de 1966, pensada en un principio para dos personajes varones, un psicólogo que retoma su profesión con el caso inconcluso de otro terapeuta, pero que decidieron sería más alucinante si el juego mental y sexual fuera entre dos mujeres. Las opiniones están divididas, el mérito de arriesgarse se logra dignamente con una entrega bastante digerible que pone una opción diferente a la insipiente comedia que se produce en nuestro país, —sin demeritar el trabajo de los otros actores que han colaborado en esos proyectos— y lo mejor es que la cinta distribuida por Corazón Films ya se puede disfrutar en la comodidad del hogar a través de Netflix.


bottom of page